Un Dernier Verre, como el Último trago de Chavela Vargas (y no de José Alfredo).
Una canción que aparece cuando empiezo a conocer a una mujer, casi como advertencia.
Una canción sobre la nostalgia futura sentida desde el presente, sin poder evocar un pasado tácito, pero existente en reflejos.
Un “no sucederá”, pero aún así vale la pena intentarlo.
Una pieza corta con versos aparentemente sencillos que no se repiten.
No, but I learned on time by your hands…
“I learned not to swim but to lie”
Con la doble acepción del verbo lie.
“No aprendí a nadar, pero aprendí a permanecer sobre el agua, a flotar, a mentir(me)”
El piano perfecto, y de pronto, una banda. Vientos metálicos con percusiones sutiles pero certeras, incluidas palmas. De lo individual a lo colectivo.
–“We’re already laying on the glass, the glass…”–
Porque todo siempre se repite under october’s able skies.